Antigua Creta o civilización Minoica
Entre los años 2600 a.C. y 1400 a.C. la isla griega de Creta, fue el centro de la civilización cretense o Minoica, cuya cultura heredará el mundo griego indoeuropeo.
Para la mitología griega, Minos era un rey que vivió en Creta, hijo de Zeus y Europa. De ahí el nombre de la Civilización Minoica. El rey Minos Vivía en Cnosos durante nueve años, después se retiraba a una cueva sagrada donde Zeus le instruía sobre la forma de gobernar a su pueblo.
La isla de Creta fue la cuna de la civilización minoica que dominó el Mediterráneo oriental desde el IV hasta el I milenio a. C.
Creta llegó a su máximo esplendor, durante los siglos XVI y XV a.C. los de su auge. Durante ellos Creta estableció un control del área geográfica con el dominio del mar y un sistema político que se extendía hasta la Grecia peninsular.
Creta desarrolló un importante comercio marítimo, lo que llevó a una fuerte difusión de sus rasgos culturales por los mares Egeo y Mediterráneo.
Lo más característico de esta rica cultura son sus frescos. Las escenas representaban la vida en la isla, recurriendo a temas como las procesiones, sacrificios, danzas, luchas con toros, de estilo geométrico y generalmente monocromático.
Diosas de las serpientes.
Desarrollaron la talla de figurillas humanas y de dioses, normalmente femeninas y con rasgos sexuales poco acentuados. También destaca el desarrollo de joyas, vasos de oro con piedras preciosas, productos por los que se hicieron conocidos fuera de la isla.
En arquitectura sobresale el palacio, morada del rey y centro administrativo. El rasgo urbanístico más sorprende de la civilización minoica es el modo de asentamiento en torno al palacio, un complejo civil al servicio de la ciudad.
Sus construcciones las realizaban con elementos suspendidos horizontalmente, para salvar
huecos con muros de mampostería y columnas con ligera disminución de su sección entre el capitel y la base.
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